Ciudad Bolívar

Por Juan González
¡Exxon-Mobil go home Guyana!
Se los vengo diciendo y no me lo quieren creer. El problema de Venezuela no es que los gringos nos invadan, es que los guyaneses se queden definitivamente con el Esequibo.

En los mapas aún aparece un inmenso territorio pegado al estado Bolívar, rayado con líneas oblicuas donde se lee “zona en reclamación”. Esos miles de kilómetros cuadrados los tenemos abandonados, en gobiernos anteriores eventualmente se hacían escarceos para que el mundo supiera que había algún acuerdo firmado en el 1966, que limita el usufructo de las riquezas allí existentes. Resulta y pasa que la administración Chávez/Maduro se olvidó. Y mientras los guyaneses pasean por allí “como Pedro por su casa”, los venezolanos somos unos extraños. Si alguna función tiene el ejército de un país es defender las fronteras y si no lo hace está negando su razón de ser. Por eso es que dan risa los ejercicios bélicos para impresionar a los EEUU, mientras que una nación pequeñita como Guyana nos “tiene el rancho ardiendo” con el Esequibo. Conozco a muchas personas que me han hablado de los desarrollos, comunicaciones, explotación de la minería, buenas vías terrestres, vuelos, presencia de uniformados y asistencia que da Guyana a los residentes allí; de tal suerte que esa gente se sienten ciudadanos guyaneses y no venezolanos.
La semana pasada, por fin la ministra del Poder Popular para Relaciones Exteriores Delcy Eloina Rodríguez (hermanita de Jorge, pero ustedes saben que en Venezuela no hay nepotismo), “en fiel cumplimiento de sus competencias y en conformidad con el deber político social e internacional que le acredita para defender la soberanía y el patrimonio territorial de la patria independiente de los y las venezolanas”, abrió la boca. En este caso dirigió una nota escrita al Sr. Jeff Simom, Gerente País, Compañía Esso Exploration and Production Guyana Ltd, para reiterar el rechazo de las intenciones de esta empresa que busca quebrantar el cumplimiento de obligaciones bilaterales suscritas entre la República Cooperativa de Guyana y la República Bolivariana de Venezuela.
La misiva expresa en términos jurídicos y diplomáticos, la firme posición del Gobierno y Pueblo Bolivariano de no aceptar la incursión o interferencia de ninguna empresa transnacional en asuntos soberanos, particularmente en aquellos relacionados con la controversia territorial entre ambas naciones. Juan se pregunta: ¿Y… cuándo Nicolás Maduro y su partido recogerán unas 10 firmitas para garantizar nuestra soberanía? El problema es que para mí, la señora Canciller está haciendo micción fuera del recipiente. No es la Exxon-Mobil que tiene la pretensión de explotar la zona marítima denominada bloque Stabroek, es Guyana, porque yo no creo que esa empresa sea loca para ponerse a explorar en cualquier parte del mundo, considerando aguas internacionales a lo que evidentemente son territoriales por las cercanías a costas de naciones.
Rodríguez apunta que “la Esso Exploiration contradice el Derecho Internacional Público y revela su intención de subvertirlo, con la pretensión de realizar operaciones no autorizadas dentro del espacio marítimo colindante con Venezuela, lo cual constituye una violación al acuerdo de Ginebra”. Hasta aquí muy bien, pero Delcy Rodríguez hace silencio si preguntó al gobierno guyanés, si por casualidad ellos autorizaron.
Para no quedarse atrás la carta destaca que “este hecho no puede descontextualizarse de la acción del gobierno de los EEUU de declarar a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria a su seguridad interna y política exterior”. Mientras tanto el diputado Elvis Amoroso acusa a la derecha venezolana de buscar un conflicto superior con Guyana que justifique una invasión del Imperio. ¡Y dale con los fantasmas! Telf. 0414-893.3338

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