Ciudad Bolívar


Gledis Bonilla
Ciudad Bolívar
“Entre paisajes, matices, primores y hermosuras…”, la capital histórica de Venezuela, la otrora Angostura,

la que sirvió de escenario para que el Libertador pronunciara el Discurso de Angostura, la que fue testigo del fusilamiento del General Manuel Piar, la que vio nacer a grandes personajes que forman parte de la historia de este país, la cuna del periodismo libre y un sin fin de virtudes, que faltaría centimetraje para describirlas, arriba hoy a sus primeros 251 años.
Para muchos olvidada, para otros en proceso de recuperación, pero sin lugar a dudas, una ciudad que lucha por mantener viva su historia, pero, sin dejar aun lado la transformación hacia lo moderno.
A veces, ante la pregunta sobre qué hay de bueno en Ciudad Bolívar, algunos se limitan a contestar simplemente que aquí no hay nada, llegando a tildarla como “ciudad vacía”.
Habría que estar ciego para no ver la hermosa vista que ofrece esta ciudad desde el paseo Orinoco hacia el puente Angostura, obra emblemática que fue construida en el gobierno de Raúl Leoni y que se caracteriza por ser el único puente en su estilo en nuestro país; otro atractivo lo ofrece la misteriosa Piedra del Medio, cuya leyenda se convierte en una historia de mucho interés para turistas; y si de recrearse se trata, que mejor lugar, que el Jardín Botánico.
Para quienes visitan esta ciudad es casi imposible irse y no dar un paseo por lugares emblemáticos como la Casa Piar, la Casa del Congreso de Angostura, la Casa de las Doce Ventanas, la Casa San Isidro, el Museo del Correo del Orinoco o el Museo de Arte Jesús Soto.
Una ciudad que guarda tanta historia, también conserva un gran patrimonio.
En Ciudad Bolívar se encuentra la avioneta de Jimmy Ángel, el Cañón del Congreso de Angostura, la imprenta que se utilizó para la primera edición del Correo del Orinoco, las puertas de madera de la casa de Piar, entre otros.
Si de celebraciones se trata, por supuesto que la Feria de la Sapoara o Feria del Orinoco, es el mejor ejemplo, en la que cada agosto los bolivarenses tienen una cita con la tradicional pesca artesanal en la que se compite por sacar la primera Sapoara.
En cuanto a gastronomía, quién no ha degustado un rico palo a pique, o un “pelao” o “aguaito” de pollo; o, mejor aún, quién no ha degustado un delicioso bocachico, un lau lau, una curbinata, un dorado, un rayao. Y después de degustar cualquiera de estas comidas, un dulce de merey pasao no caería nada mal.
Como toda ciudad con tantos años de historia, no podían faltar en Ciudad Bolívar las tradicionales leyendas, como la de la culebra de las siete cabezas, y los mitos, como el de la cabeza de la sapoara.

OJO Destacar como testimoniales/ fotos con textos

Un regalo para mi ciudad
En el marco de la celebración del 251 aniversario de la ciudad, El Expreso realizó un recorrido por distintos puntos de la ciudad para conocer qué le regalarían los bolivarenses en esta ocasión tan especial:
Kevin Yánez: “Mi regalo a Ciudad Bolívar seria un mejor sistema de alumbrado público, ya que los espacios oscuros se convierten en sitos perfectos para cometer delitos y precisamente, es lo que se quiere evitar, para tener un mejor lugar para la sociedad”.
Belkis Arias: “Mi regalo sería reforzar el sistema de seguridad en la zona, tomando en cuenta la delincuencia desbordada. Me gustaría nuevamente sentarme al frente de mi casa sin temor a que pueda pasarme algo”.
Víctor Ascanio: “En el marco de estos 251 años de nuestra querida Ciudad Bolívar, mi regalo ya se lo he dado y se trata de mi participación activa en el Plan Sembrando Valores para la Vida, el cual se ejecuta desde la Oficina Nacional Antidrogas, y que consiste en disminuir los factores de riesgos que incitan al consumo de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, capacitación que llevamos a las comunidades, instituciones educativas y gubernamentales”.
Katiuska Hernández: “La participación de todos los niños de las escuelas con actos culturales, dramatizaciones, personajes históricos de la ciudad. Esta es un ciudad importante por todo lo que su historia implica, su bella cultura, sus bailes y su gente”.
Gioconda Pérez: “Específicamente le regalaría el agua, porque estamos careciendo de ese recurso en varios sectores de la ciudad, prueba de ello es el sector Cañafístola. Otro regalo sería un mejor servicio de aseo urbano, sabemos que contamos con buenos contenedores de basura y aquí pareciera que no se usaran de la forma correcta. Aquí hay tantos recursos que deben ser aprovechados. Otro regalo es el asfaltado para la avenida 5 de Julio. Otro más, es el alumbrado para el paseo Simón Bolívar. Uno más, la dotación de insumos para los colegios. Por último, mucha conciencia para todos los habitantes de esta hermosa ciudad”.
Yennibert Delgado: “Le regalaría asfaltado, alumbrado y por supuesto mantenerla limpia para que sea más hermosa de lo que ya es”.
Los niños Luís, Steven, Camila, Dairiana, Cala, Kely: Limpieza, calles asfaltadas, semáforos que si funcionen, más sitios recreativos y actividades culturales.
César Gudiño: “Como equipo del Movimiento por la Paz y la Vida nuestro regalo para la ciudad es nuestro mensaje promotor de la convivencia solidaria para garantizar que en nuestras comunidades, nuestros jóvenes sientan ese amor palpable por la otrora Angostura, por su cultura y por todo lo que somos”.
Dilsa Maita: “Desde la UEB Samuel Robinson le regalamos a nuestra ciudad el fortalecimiento de nuestra cultura y nuestras tradiciones”.

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