La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, viajará el sábado a Estados Unidos con una vasta agenda, que incluirá un encuentro con su homólogo Barack Obama

y reuniones con empresarios y agentes del mercado financiero, informaron hoy fuentes oficiales.

“Este viaje supondrá la retomada del diálogo bilateral al más alto nivel”, explicó en rueda de prensa el subsecretario de Política de la Cancillería brasileña, Carlos Paranhos, quien subrayó el cariz político y económico de la visita de Rousseff a Estados Unidos, donde la mandataria permanecerá hasta el día miércoles.

La presidenta brasileña tenía prevista una visita de Estado a Washington para octubre de 2013, pero la canceló después de que se supo que ella misma había sido víctima del espionaje estadounidense, un episodio ya superado pero que causó resquemores en Brasil.

Según Paranhos, Rousseff ya ha pasado la página del espionaje y no desea “recalentar” ese asunto, sino conversar con Obama sobre la amplia agenda de cooperación que mantienen ambos países.

El diplomático también explicó que Rousseff se propone convencer tanto al Gobierno como a los empresarios, inversores y agentes del mercado financiero de Estados Unidos de que la economía brasileña, si bien se encogerá este año, retomará en corto plazo el rumbo del crecimiento.

En ese marco, dijo que Rousseff comenzará su actividad oficial en Nueva York el domingo, cuando se reunirá con empresarios brasileños que operan en Estados Unidos, y que el lunes, en esa misma ciudad, recibirá a inversores y agentes financieros estadounidenses.

Según Paranhos, la jefa de Estado explicará el plan de ajuste fiscal que ha puesto en práctica su Gobierno frente a la difícil situación económica y también el vasto programa de concesiones al sector privado que ha anunciado para diversas áreas de infraestructuras.

El mismo lunes Rousseff viajará a Washington, donde Obama la recibirá con una cena oficial en la Casa Blanca, que será escenario de una reunión de trabajo que ambos mandatarios tendrán el día martes.